Existen diferentes aproximaciones a lo que significa una ciudad inteligente, lo común a estos conceptos es el uso intensivo de tecnología para capturar y procesar información que permita tomar mejores decisiones en un entorno limitado: “La ciudad”, sin embargo lo que diverge en los diferentes conceptos son las dimensiones en que se toman decisiones, en algunos casos se enfoca en infraestructura de servicios públicos, en otros en salud, en otros en movilidad, otros en seguridad y en algunos otros en una combinación de varias dimensiones, por esta razón se podría decir que no hay mayor consenso en la definición.
A continuación, se enuncian algunas de las definiciones más reconocidas:
Existen diversos enfoques que en su mayoría están concentrados en el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones para una mejor toma de decisiones con diferentes propósitos: sostenibilidad, competitividad, bienestar general, eficiencia, calidad de vida, control, inclusión entre otros.
La realidad demográfica, económica, social y ambiental que afrontan los países, hace que se tengan que tomar decisiones cada vez más rápido, pero estas decisiones se deben tomar a partir de información evidente de las situaciones y fenómenos que se presentan, el no contar con esta información hace que las acciones tanto de los gobiernos como de la ciudadanía sean retardadas en el tiempo y que se genere insatisfacción general con los servicios públicos de una ciudad principalmente, además puede conllevar a que las decisiones de política pública que se tomen sean basadas en estimaciones y no en realidades, con lo cual hay mayor probabilidad de error y de que el impacto de dichas políticas no sea tan positivo.
De otra parte, independientemente del enfoque con que se aborde una estrategia de ciudades inteligentes se pueden tener beneficios directos en los siguientes aspectos:
Existen varios marcos de referencia para la implementación de estrategias de Ciudades Inteligentes, la mayoría de ellas han sido desarrollados más desde la industria que desde los Gobiernos. En general, al revisar varios marcos de referencia, las recomendaciones que surgen para la implementación de estrategias de ciudades inteligentes incluyen:
- Visión común de ciudad: Es necesario construir una visión de lo que se espera pase en la ciudad, esta visión se debe construir de manera colaborativa con el Gobierno, la Industria, la academia, la ciudadanía, de tal manera que se garantice que se tiene un propósito conjunto al cual cada parte interesada contribuirá.
- Liderazgo: Los programas de ciudades inteligentes son programas de mediano plazo, no son de ejecución inmediata, por eso es recomendable garantizar un esquema de gobierno adecuado para estas iniciativas que perdure en el tiempo y que, en lo posible, no dependa de cambios de Gobierno o que si depende se adapte y se pueda dar continuidad.
- Planes de acción alineados a la visión de ciudad: La implementación de estrategias de ciudades inteligentes conlleva el diseño de planes de acción alineados con la visión común de ciudad, una falla común en estas estrategias es que se ejecutan planes de acción que incluyen proyecto solo de infraestructura tecnológica, pero sin propósitos de uso específico. Por eso es recomendable construir planes de acción que aborden todas las capas de un modelo de ciudad inteligente que incluyen por lo general: datos, infraestructura tecnológica, servicios, apropiación, gestión de conocimiento y monitoreo.
- Iniciativas demo: Dentro del plan de acción hay que contemplar proyectos que generen resultados en corto plazo, que generan mayor compromiso por parte de las partes interesadas y que demuestran a la ciudadanía que es posible.
- Comunicación y apropiación: Es muy importante mantener a la ciudadanía informada sobre los avances, los resultados y los retos y también mantener estrecha comunicación con los diferentes actores del ecosistema de una ciudad inteligente, esta comunicación permitirá que se aborden los retos y dificultades y se tomen las medidas correctivas oportunamente.
- Medición: Aunque existen muchos parámetros de comparación a nivel internacional, sin embargo, estos no siempre reflejan lo que en cada ciudad es prioritario, por esto es importante contar con un esquema que permita en cada estrategia de ciudad medir tanto avances como impactos.
- Tecnología como medio: Si bien la tecnología es necesaria en un modelo de ciudad inteligente no es recomendable incluir tecnología sin propósitos específicos y sin alineación con la visión común de ciudad, pues se puede incurrir en inversiones de infraestructura que posteriormente no se usa y que genera gran desconfianza en el abordaje de la estrategia.
- Infraestructura de datos: La base de las ciudades inteligentes es el procesamiento de muchos datos que ya se pueden capturar a partir de diversas fuentes: datos abiertos del gobierno, del sector privado y también capturas de información a través de diferentes sectores, así que se debe promover una estrategia para contar con una infraestructura adecuada de datos
- Ciudadano inteligente: Es necesario preparar a la comunidad para los procesos de ciudades inteligentes para motivar más su participación y colaboración.
- Aprendizaje: Este proceso de ciudad inteligente tiene que generar el conocimiento necesario para aprender y realizar las adaptaciones y ajustes necesarios en la estrategia de ciudad inteligente.
Cities in motion: http://citiesinmotion.iese.edu/indicecim/?lang=en
Smart city development index: smart cities development index
World Cities Report 2016– http://wcr.unhabitat.org/main-report/
Recomendaciones sobre política pública de UN Habitat: http://wcr.unhabitat.org/policy-points/
Inspiring Future Cities & Urban Services Shaping the Future of Urban Development & Services Initiative http://www3.weforum.org/docs/WEF_Urban-Services.pdf
Recomendaciones World Bank: http://www.worldbank.org/en/topic/ict/brief/smart-cities
